Una contribución para próximas consultas.
Manolo Berjón
Miguel Ángel Cadenas
Parroquia Inmaculada – Iquitos.
Como es sabido en setiembre 2015,
en la ciudad de Iquitos, varias federaciones indígenas integradas en AIDESEP,
dieron el visto bueno al gobierno para iniciar la hidrovía amazónica, dando por
concluido la etapa de consulta. Con este aporte queremos ayudarnos a nosotros
mismos a pensar lo sucedido. Una primera parte tendrá en cuenta aspectos que
condicionan el diálogo, y una segunda parte, más narrativa, invita a una
conversación más intercultural desde el marco de los pueblos indígenas.
I.- Algunos puntos para tener en
cuenta.
1. Fragmentos.
Los megaproyectos que se están queriendo implementar en la Amazonía nos deberían
hacer pensar en la “acumulación de impactos”. Sin embargo, negociar con los
pueblos indígenas, proyecto por proyecto, evita pensar en la acumulación. El
árbol no deja ver el bosque. Si a la hidrovía le sumamos las represas en el
Marañón, el proyecto de electrificación Moyombamba – Iquitos, los lotes
petroleros, el tren, las carreteras Bella Vista – Mazán - El Estrecho y Genaro
Herrera - Colonia Angamos…, rápidamente percibimos la estrategia del Estado de
fragmentar los proyectos para evitar una negociación integral que permitiera a
los pueblos indígenas exigir mayor respeto a su territorio y plantear la
acumulación de los impactos. El encargado de dirigir el proceso debiera ser el
gobierno al más alto nivel. Fragmentando, el Estado envía a alguno de sus
ministerios a negociar. Cuando surgen reclamos históricos de los pueblos
indígenas, el Ministerio de turno saca cuerpo indicando que eso no es su
competencia y que debemos ceñirnos a la reunión. Fragmentar para negociar a lo
pobre. Resultado: los reclamos históricos de los pueblos indígenas no son
objeto de conversación.
2. Tiempo.
El manejo del tiempo es decisivo en cualquier proceso de consulta e
interlocución. El gobierno, después de haber sido obligado por los jueces a
realizar la consulta, aceleró el proceso. En nuestra opinión por dos motivos:
por un lado, para poder realizar la licitación internacional lo antes posible,
que se desarrolle durante el periodo del agotado presidente Ollanta Humala. Y
segundo, porque así los indígenas no tienen tiempo de asesorarse convenientemente.
Hay que anotar que no hay estudios de sedimentos en los ríos amazónicos y no
hay forma de saber los impactos que causará tal hidrovía. La rapidez evita que
se puedan hacer estos estudios que obligaría a tener demasiadas cosas en
cuenta. Ojos que no ven, corazón que no siente.
3. Tratamiento
sobre el cuerpo. Los cuerpos indígenas amazónicos “se fabrican” por medio de
comida, rituales, fluidos corporales, eméticos… Pues bien, hay tres aspectos
que deseamos registrar. Pudiera ser que estos elementos no los haya pensado el
Estado, entonces hablaríamos de incompetencia. Si los ha pensado, y no ha
puesto solución, estamos hablando de mala fe.
a.
El aire acondicionado. Durante los 5 días de
reunión se programaba la temperatura entre 17°C y 21° C. Si tenemos en cuenta
que la temperatura ambiente oscila entre los 28°C - 32°C, generamos una
situación de frío. Quien programaba el aire acondicionado eran o los
trabajadores del hotel o “los limeños”, tanto asesores de pueblos indígenas
como funcionarios varios. Dos son las consecuencias: los amazónicos tenían que salir
más veces a orinar, y salir por gripe o dolor de garganta. En ambas tesituras,
la consecuencia es la misma: sacar a los indígenas de la reunión. En cambio los
limeños tienen el cuerpo acostumbrado a temperaturas más bajas, lo cual les
confiere una ventaja nada despreciable.
b.
Comida. En dos oportunidades se quejaron los
indígenas de la comida, principalmente del desayuno: un pan, un dulce y un café
no son suficientes para los indígenas, acostumbrados a otras comidas y otros
ritmos. Así hasta la 1.00 p.m. Demasiado, compañero. “Mejoramiento de rancho”
se clamó en varias oportunidades, haciendo caso omiso a la petición.
c.
Postura corporal. Estar sentados tantas horas no
es costumbre en pueblos indígenas. El cuerpo se entumece y no se puede pensar
bonito.
4. Mecanismos
de control. En esta oportunidad nos referimos a dos de ellos.
a.
El micrófono. El manejo del mismo que tuvo el
“facilitador” del Ministerio de Cultura implica una clara ventaja del gobierno,
no fue imparcial. Un “facilitador” que resume las intervenciones, selecciona. Y
toda selección es una toma de postura política. Se cambia el orden de las
palabras, se pone énfasis en otras y otras, simplemente, se silencian: bien por
ser incómodas, bien porque no le han parecido importantes al “facilitador”,
bien porque las excluye directamente. El que selecciona, ejerce el poder. Trabajo
limpio para controlar la conversación. El control retórico es sutil. Por
supuesto, el “facilitador” concede la palabra por el orden que desea. Incluso,
en varias oportunidades, se pidió traducción y se demoró casi una hora antes de
dar paso a la misma, porque el “facilitador” así lo consideró oportuno. Tampoco
hay que ser ingenuos, los indígenas, en alguna oportunidad, pedían traducción
para ganar tiempo.
b.
Formas suaves:
i.
Chistes para suavizar las tensiones, para crear
un clima de empatía.
ii.
Apelar a la buena voluntad. Retórica suave
dentro de un plan inmisericorde. La utilización de la palabra “hermanos”, “yo
creo en todo esto”, “créanme”…, forma parte de la retórica de buena voluntad
que esconde otros intereses, nada angelicales, por otro lado.
c. La escritura. El que escribe, decide y manda. En
la escritura hay relaciones de poder. Los blancos estamos más acostumbrados a
la escritura, a los indígenas les cuesta más. La “ciudad letrada” se impone
implacablemente. Hay que encontrar salidas a la escritura para los procesos de
consulta si queremos que haya condiciones interculturales mínimas. Los “malos
pasos” ejemplifican la dificultad de la escritura para pueblos indígenas.
5. “Malos
pasos”. Se introdujo en Nauta un cuestionamiento a este concepto, fruto de una reflexión
sobre el lenguaje. Lo que el Estado nombra como “malos pasos”, los pueblos
indígenas lo denominan como “bancales”, lugares de reproducción de los peces,
entre otros. En la reunión de Pucallpa, con el cambio de asesores de los
pueblos indígenas, se mantiene el tema de los “malos pasos”, pero se rebaja: de
su cuestionamiento a una simple aclaración. Error, o ingenuidad, como
prefieran. El lenguaje configura la realidad. En la reunión de Iquitos, el MTC
informa que su definición de “malos pasos” no corresponde a la de la Marina de
Guerra del Perú, y pasa piola. El MTC consigue nombrar la realidad: “malos
pasos”. Los pueblos indígenas que tienen que aprobar un montón de medidas y
están cansados, lo dejan pasar. Victoria pírrica del MTC, con graves consecuencias
para los pueblos indígenas y para el medio ambiente. El poder ha conseguido
nombrar la realidad. La hidrovía implica, entre otros temas sustanciales, el “dragado”
de “malos pasos”. Increíblemente desaparece de la conversación.
6. Muchas
intervenciones reflejaban la incomprensión del proyecto. La discusión sobre
aspectos laborales estaba de más, dado que este proyecto no está pensado para
muchos puestos de trabajo. Los razonamientos sobre la concesión del río
sobraban, dado que no es su propósito. La conversación sobre la arena del
dragado rizaba el rizo. Parece que no solo los teólogos discuten sobre el sexo
de los ángeles. Faltaba asesoría técnica que comprendiera el proyecto. No es
suficiente con la asesoría legal.
Tenemos el deseo que estas breves
notas contribuyan para pensar mejor los procesos de consulta. Dado que, como
hemos demostrado, continúan dándose relaciones gravemente asimétricas. Cabe
terminar expresando el cariño y la admiración por todas las personas de buena
voluntad que participaron en la reunión, a pesar que el marco en el que se
desarrolla la conversación es profundamente desigual. La ausencia de
ambientalistas en todo este proceso es inexplicable.
II.-
KARWARA / YACURUNA
En las noches aparece la lancha
fantasma en los ríos. Una luz se divisa a los lejos, como una lancha con sus
luces encendidas, pero no termina nunca de arribar. De repente desaparece en el
río, se introduce en sus aguas, como purahua, muiwatsu. En ella viajan los yacuruna, karwara. Tapando el poto / trasero de muiwatsu está la palometa. Cuando se separa la palometa salen,
fundamentalmente, del interior de muiwatsu,
el yawarachi y la yulilla.
De vez en cuando los karwara desembarcan a media noche en las
comunidades para las fiestas, enamorando a las jóvenes. Los karwara aparecen como apuestos jóvenes.
Su baile es delicado y su conversación amable. Su sombrero es una raya; su
reloj, un cangrejo; sus lentes, el dentón; sus zapatos, las carachamas; su
cinturón, una boa; su bastón, una atinga o una macana bufeo; su nariz se adorna
con dos callu callu, por eso no se deja mirar de frente, siempre agachado o de
espalda. Su bandeja es la charapa; su banco, la taricaya; y su canoa un
lagarto. Cuando amanece, el karwara / yacuruna tiene prisa por regresar al río,
abandonando las promesas realizadas en la noche a las jóvenes.
Estas son parte de las
narraciones ante la llegada de vapores como el “Tirado” y el “Huallaga”, entre
otros, de 80 y 50 toneladas respectivamente, a mitad del siglo XIX, fruto del
tratado de navegación con Brasil. Poco tiempo después, aparece el infausto boom
del caucho permitiendo el desarrollo de ruedas para bicicletas y carros, entre
otros, en USA y Europa, a costa de la sangre de miles de indígenas. Las
descripciones sobre el muiwatsu y karwara reflejan una caracterización de
los señores y los vapores de la época.
Ahora el Estado propone la
construcción de la Hidrovía Amazónica. De igual manera, con tiempo, los pueblos
indígenas encontrarán narraciones para domesticar estos acontecimientos. Los
ríos no son ninguna carretera de agua. Nos preocupa que la matriz cultural del
mega-proyecto no incorpora las sabidurías indígenas. Los conocimientos
indígenas son únicamente un pequeño acápite, sin mayor interés, que valida el
mega-proyecto quedando otra vez relegados, ocupando territorios indígenas y
despojándoles de su uso tradicional y político.
Desde la matriz cultural indígena
aspiran a una “vida plena”. Consideramos que el punto de partida desde donde abordar
sus aspiraciones y dificultades sea esta “vida plena” que proponemos como un
marco desde el que mantener la conversación. Una conversación que, en el caso
de la hidrovía, nació truncada y maltrecha.
El
control del micrófono, ©Manolo Berjón 2015.
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ResponderBorrarLAS HIDROVIAS ESTAN DESTINADAS PARA FACILITAR EL TRANSITO A LAS GRANDES EMBARCACIONES, PERO COMO SE VERAN FAVORECIDOS LOS PUEBLOS RIVEREÑOS, LAS PROVINCIAS QUE TIENEN SU CAPITAL ASENTADA A ORILLAS DE LOS PRINCIPALES RIOS , SIN EMBARGO SUS EMBARCADEROS SON MUY PRECARIOS HASTA INDIGNOS, PORQUE NO PIENSAN EN ESTETIPO DE PROYECTOS. LOS RIOS SIEMPRE FUERON LAS CARRETERAS DE LA SELVA PERO ALGO MAS PRINCIPAL: EN NUESTROS RIOS ESTA LA FUENTE DEL ALIMENTO DIARIO DE LAS POBLACIONES MAZONICAS, LA PESCA DE CONSUMO DIRECTO Y DE VENTA EN LAS CIUDADES, ESO SE TIENE QUE EVALUAR. NO ES IMPACTO AMBIENTAL, ES AFECTAR LA COMIDA DE LA GENTE.
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