El crecimiento económico y la generosidad del gobierno peruano.
Aproximadamente 3 meses que el crudo y frío invierno viene azotando las poblaciones de la selva peruana, dejando víctimas en todos los pueblos indígenas de la zona de la Provincia de Loreto en la Región Loreto. A demás de 40 años de contaminación que han envenenado las aguas de los ríos, tigre, corrientes y marañón, las matanzas de indígenas de todas las edades en la época del caucho y la presencia de empresas madereras en la zona que hacen la vida miserable de los pobladores, tenemos el azote de la naturaleza, consecuencias como pago de las decisiones políticas donde los indígenas jamás han tenido parte ni han sido consultados. ¿Cuál es la respuesta del gobierno ante esta cruda realidad? Más empresas y menos atención a sus ciudadanos.
Encontramos a estos dos niños de la foto, en la comunidad de Bolivar en la cuenca del río Samiria, Reserva nacional Pacaya-Samiria. Son las 11 de la mañana del día 27 de abril y aun no han probado bocado alguno; sus padres han salido en busca de alimentos por si ha quedado algo en las restingas (lugares no inundados) para alimentar a sus hijos. Uno de ellos duerme cansado de esperar y de llorar por el hambre, con la esperanza de que así sea. Días antes, las autoridades del municipio del Distrito de Parinari han pasado por allí para darles la tan ansiada “ayuda humanitaria”: 700 gramos de fariña solo nos han dado, un poco de arroz, tres atunes y una botella de aceite por familia, nos manifiesta el hermano mayor, mientras se asegura que ningún insecto hematófago (tábano) se acerque al cuerpito débil de su hermanito. Esta es la generosidad del gobierno peruano para con sus propios ciudadanos, a quienes no solamente olvida, sino, que envenena y vende sus tierras, restregándoles en la cara el crecimiento económico y el desarrollo que nunca llega. Los fines no justifican los medios.
Cientos de familias han sido desplazados por la creciente del río hacia las capitales de distrito como: Maypuco (Urarinas), Santa Rita de Castilla (Parinari), Nauta (Nauta), Iquitos y otras pueblos más grandes, ocasionando una carga económica y hacinamiento en sus ya afectados familiares que viven en estas ciudades.
¿Quienes son los peruanos del Perú de hoy? Porque estos no lo son. O por lo menos no parecen serlo para los gobernantes.
En el distrito de Parinari el Alcalde ha comprado un moderno Yate con un motor 200 hp, justo cuando sus pobladores la están pasando mal, pero así son las autoridades del Perú. En Nauta se celebra los 182 aniversarios con orquestas musicales de muy alto costo y la población no es tenida en cuenta.
Mientras el Gobierno Regional hace campaña en contra de la revocatoria y vela por sus intereses; pero, eso si, en el gobierno, se cuida mucho de que la creciente del río no haya afectado a las empresas y sus intereses que operan en esta zona, si fuera así, el Estado peruano desplegaría esfuerzos denodados para ayudarlos. Pero no es el caso. Brindemos con petróleo en mesas de madera ilegal de exportación posando para los turistas que disparan el flash a diestra y siniestra para darle mayor realce mientras la justicia ciega y los poderes del Estado se lavan las manos en la cocina de los damnificados víctimas de este desastre.
Por otra parte, la actitud del gobierno central de Ollanta Humala esta esmerado en que “Conga” si opere. No nos extraña ya nada a estas alturas la actitud del gobierno. El Perú no se lidera como si fuera un grupo de soldados “Capitán Carlos”, y si en lugar de comprar armas se compraran alimentos y mejorara la salud, la educación y se respetara la vida de la población empobrecida por el propio Estado Peruano, otra seria la historia.
Se nos vienen meses más duros aun. La gente no ha enterrado (tecnologías de conservación) su yuca antes del invierno porque nos les ha dado tiempo, como se suele hacer para asegurar alimento para épocas de vaciante, por lo tanto ¿Qué comerá la gente? Es fácil saber que los meses que se vienen serán muy duros en la selva y la ayuda humanitaria se hará necesaria más que ahora, las señales del churo ha llegado al tope, el agua cambia de color a diferencia de las opiniones del SENAMHI. Miles de animales entre silvestres y de corral (gallinas) han muerto en la Reserva pacaya Samiria por la inundación. ¿Quién nos dará los datos oficiales? Seguro que no serán los del INEI o alguna encuestadora de las que la gente hace caso mucho en las grandes ciudades. Hace falta ser gente para sentir lo que aquí pasa.
Al cierre de esta nota, nos hemos acercado a la orilla del río y la creciente a mermado 10 cm.
Leonardo Tello Imaina
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