Por: Daniela Andrade
Radio Ucamara
Madres
Las madres nunca abandonan a sus hijos.
En un mundo donde todos los seres somos gente, las plantas y su poder se han
revelado ante nosotros para no dejarnos huérfanos en los tiempos donde la
muerte y la enfermedad ha llegado de sorpresa.
“Ellas nos han protegido, ellas nos han
respondido”, ellas han entrado a nuestras casas, de la mano de la sabiduría de
nuestras abuelas, de nuestros ancianos, para limpiarnos por dentro, para
curarnos, para tratarnos y para protegernos.
En el seno más íntimo de nuestras
familias, de nuestras comunidades hemos preparado nuestro té de sacha ajos,
toronja, nuestro cordoncillo. Con ellas, el mal, nos ha encontrado
con un sistema inmonológico fuerte, capaz de enfrentarlo, en medio de la
indiferencia de un sistema de salud ausente y tardío. Las plantas
medicinales han sido la respuesta que hemos dado los pueblos indígenas a
nuestras propias comunidades y al mundo, su respuesta acertada y amorosa
al mismo tiempo denuncia la urgencia de un verdadero modelo intercultural de
salud que valore y respete la sabiduría de nuestro pueblo, nuestra memoria,
nuestra historia.
La región Loreto, es en Perú, un caso
muy especial en cuanto al nivel de contagios, la primera región que en la
crisis por el coronavirus reportó 0 muertes en el día. Se está analizando su
situación, pero muchos expertos están hablando de una inmunidad colectiva ya
que más del 70% de la población ha sido contagiada. Y es en esta misma región
donde la mayoría de la población habla de haberse tratado con medicina vegetal.
En la última producción de Radio
Ucamara, con el apoyo del concurso INNOVATE PERÚ, del Ministerio de la
Producción que apoyó iniciativas de comunicación durante la emergencia
sanitaria, hemos dialogado con niños y niñas sobre las plantas medicinales en
los tiempos de COVID19, este conocimiento se sigue pasando de generación en
generación, los sueños siguen siendo el espacio sagrado de encuentro.
Los pueblos lo sentimos, las madres de
las plantas se revelan ante nosotros, su espíritu nos cobija y nos atiende, su
fuerza se queda cuando más las necesitamos. Se acercan a nosotros en
sueños, nos guían, nos avisan. Y así mismo, nos están pidiendo respeto,
reciprocidad, justicia. Sanar, curar, no es del cuerpo, es del alma, es de la
sociedad, es del territorio. Explotarnos unos a otros, expoliar nuestra tierra,
es la muerte.
Ellas nos han cuidado y hemos cuidado de
los nuestros. Las plantas medicinales, han sido el signo de vida, de
resistencia y esperanza de nuestros pueblos, que, en medio de tantas pandemias,
resistimos para no desaparecer.
Daniela Andrade
Radio Ucamara
Directorio de radio online http://emisoras-dominicanas.com/
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